Viajando de Vuelta a Israel
Escribo esto en ruta al aeropuerto de Tel Aviv. Nerviosa. Emocionada.
Pareciera ridículo que 3 meses después de estar ahí, y en el peor momento geopolítico de la zona, quisiera regresar a Israel. Como si fuera el lugar de moda para ir a vacacionar.
Algunos van a los beach clubs de Mykonos o St Barth o a esquiar a Aspen o a Courchevel. Yo vuelo a Tel Aviv.
Para estas alturas del blog creo que les queda claro, a ustedes lectores, que dentro de todos los adjetivos que me pueden describir no me aplica el de normal.
Son vacaciones. Literal. Sin gran agenda planeada. Ir a la ciudad vieja de Jerusalém, caminar (y echarme un cigarrito) en la Tayelet de Tel Aviv. Comer la berenjena de mi tía (que es la mejor del mundo), caminar y fluir.
Voy sola. Me encanta viajar sola.
Escogí este destino turístico, que no está en ninguna lista de Top Ten Best Places to Visit Right Now, por dos razones:
Decían los judíos que llegaban a Israel a principios del siglo XX: Vanu artza libnot un lehibanot. Venimos a esta tierra a construirLA y a reconstruirNOS.
Llegaban a poblar el desierto (fuera de un par de ciudades, todo eran pantanales desérticos) y a encontrar consuelo huyendo del antisemitismo de Europa y de los países árabes.
Así voy hoy a Israel. A construirLA y a reconstruirME.
El construirLA es metafórico.
Voy a “construir” un país destrozado, económica y anímicamente. A poner un minúsculo granito de arena en un literal desierto emocional y económico. Voy a gastar dinero en restaurantes y cafes y hoteles y servicios. Es metafórico porque los cuatro pesos que me voy a gastar no hacen diferencia ni en el Producto Interno Bruto del Monopoly.
Pero creo que es lo correcto. Demostrar mi solidaridad y compartir el dolor y la angustia. Voy a abrazar a la gente que amo. Visitar a nuevos amigos que he hecho en estos meses, a patear calle, a turistear y una que otra cosita ;)
Pero también…
Voy a reconstruirME. Y ahí no hay metáfora, sino realidad.
No es que mis problemas personales sean del interés o preocupación de nadie (o que se comparen con las tragedias que estamos viendo) pero los últimos meses han sido muy dolorosos en mi vida. Cerré mi negocio y, por primera vez en mi vida, estoy desempleada; esto me ha generado una depresión y crisis de identidad terribles.
Y creo, en la ironía más grande del mundo que, en medio de las ruinas de Israel, a lo mejor puedo encontrar un sentido y reparar las mías.
País roto. Mujer descosida.
Menuda combinación.
Les iré platicando lo que hago. Ojalá me acompañen.
(Y reitero para los que van a acusarme de “apoyar a un país genocida”, no me deja de doler ni medio milímetro la tragedia humanitaria en Gaza)
Te acompaño en tu viaje 🙏 ; cuando ante tus ojos esté el Muro de los Lamentos, piensa en mí , porque aunque no soy Judía, mi Mesías lo era, lo es.
No sé que pasó en 2023, pero muchas almas estamos deprimidas por aquello que nos aconteció en lo familiar o en lo económico o ambos.
Que sanes y te reconstruyas 💝💐
Buen viaje y buenos resultados seguro obtendrás!
No tengo duda al respecto. Admiro tu valentía y sentido de responsabilidad por el prójimo. Qué regreses con bien y con paz en tu alma!!♥️💖🥰