Tengo que ser sincera. Había planeado perfectamente como iba a ser mi primer post al aterrizar en Israel. Iba a platicar sobre las emociones tan fuertes que me generó llegar al mismo lugar al que he venido tantas veces pero que ahora parece otro mundo.
Iba a escribir sobre la fuerza del pueblo israelí.
Iba a escribir Am Israel Jai (el pueblo de Israel eterno).
Me subí al coche del aeropuerto al hotel. Shlomo Artzi (mi cantante israelí favorito) sonaba en el radio. Momento perfecto. Empecé a escribir mi choro.
Interrumpieron la canción. Oí unas palabras del DJ. El chofer del coche (y de todos los coches) se paró a la mitad de la carretera y me dijo: Agarra tu teléfono, bájate del coche, viene un misil.
Agarre mi teléfono, me baje del coche, nos sentamos en el prado de junto a la carretera.
Nosotros y todos los otros pasajeros de los coches. Niños, familias, gente mayor.
Después de 20 minutos que había pasado el peligro, nos subimos al coche.
Seguimos nuestro camino hacia Jerusalem.
Olvide mi post romántico y, por primera vez en 1 mes desde la tragedia del 7 de octubre, me solté a llorar.
Te amo muchísimo.
Y yo contigooo 😭😭😭😭😭