Soy. Somos.

Propósitos para el 2024

Y sí, ha llegado la cuenta regresIva para prometer. Ahora sí prometer. Porque este año sí los vamos a cumplir.

Los kilos de menos. El ejercicio de más. Los malos hábitos desechados. El balance encontrado.

También ha llegado la cuenta regresiva para no cumplir lo prometido… pero esa es otra historia.

Prometer no empobrece.

Yo sigo tomando coca de dieta (promesa perpetua cada 1 de enero desde el 2010), fumando el ocasional cigarro (prometido todos los años desde el 2006) y sin encontrar balance en mi vida desde 1973.

Cada quien elige su camino pero el objetivo cada primero de enero es el mismo: Hacernos mejores personas.

Lo cual es loable y maravilloso y necesario y siquiti bum a la bim bom ba.

Pero y si este año en vez (o además) de prometer todo lo pre-prometido y pre-no-cumplido buscamos algo más allá del yo.

No hablar de los propósitos individuales sino de los grupales.

En vez de hacernos mejores personas, construir una mejor sociedad.

¡Vaya que lo necesitamos! Como mexicanos y como judíos.

En vez de hablar del SOY y SERÉ hablar del SOMOS Y (ojalá) SEREMOS.

Y no, no hablo de marxismo socialista ni de ser Robin Hood.

Hablo de algo mucho más difícil y MUCHO MÁS necesario.

Oir al otro. Al que es diferente.

Pregúntale y resolver nuestras dudas no a través del prejuicio sino del entendimiento.

Leer lo que nos incomoda para formar un criterio.

Tener la humildad para aceptar que a) no sabemos todo y b) no siempre tenemos la razón. Que la objetividad no existe pero que las cosas son complejas y los juicios absolutos son imposibles.

Dejar de fijarnos en la nimiedades y empezar a actuar en lo importante.

Dejar la tolerancia y cambiarla por el abrazo.

Dialogar desde el deseo no de ganar la conversación sino de encontrar soluciones ganar-ganar.

Entender que para reconstruir a Mexico y a Israel y al mundo vamos a tener que tener conversaciones difíciles con gente que no particularmente nos cae bien, pero que o construimos todos o nos hundimos todos.

Entender que hoy, en este mundo de locura, el propósito de construir el SOMOS es más importante que construir el SOY.

(Ahhhh, eso y dejar de tomar coca de dieta y fumar y encontrar el balance en mi vida.)

Con todo mi amor, Adina.