Estoy por despegar…MEX-TLV
La pregunta más constante que recibí antes de emprender el viaje es si me da miedo ir en este momento a Israel.
La respuesta es complicada y compleja.
¿Me da miedo la seguridad en el viaje? Sería ridículo decir que no.
Pero no me ahoga ese miedo.
Vamos a ser sinceros me voy a hospedar en un hotel de 5 estrellas, todos mis trayectos están resguardados con un equipo de seguridad y me queda claro que quien organiza el viaje (de eso hablaré en otro post) jamás pondría en riesgo la seguridad de nadie.
Irónicamente (o a consecuencia de su eterna situación), Israel es uno de los países en donde más mecanismos de protección hay para la población civil.
Pero estoy yendo a un país en guerra y un misil es un misil y un ataque es un ataque y una sorpresa es una sorpresa… No puedo negar que ciertas imágenes si me vienen a la cabeza.
A mi mamá, que creo sigue sin respirar, le dije (en mala broma) que cualquier cosa, mi pelo rosa y mi tatuaje me harán fácil de reconocer. NO le pareció chistoso. Nada.
No es miedo pero sí me da cautela. Tengo que aceptar que dejé en la pantalla de mi computadora un archivo con todas mis claves e instrucciones, que hablé con las personas con quienes tenía rencillas pendientes para arreglarlas antes de irme, que abracé más fuerte a todos al despedirme.
Lo que sí me da miedo lo que voy a ver. Con lo que me voy a encontrar. Vamos a ir a la zona del infierno en donde pasó todo, vamos a platicar con familias de secuestrados, vamos a ir a visitar heridos. Eso me cala. El alma. Me da miedo enfrentarme a ese grado de sufrimiento, a ver las consecuencias de los ataques de Hamas.
Me da miedo ver los estragos de la guerra para ambos lados.
Me da miedo la posibilidad de ver que no existe camino para la paz, que por más miss-univeresco que parezca hoy, sigo pensando será, eventualmente, el único camino posible.
Me da miedo ver a un país que tanto amo, roto.
Pero lo que más pánico me da (y ahí si, pánico la palabra), es ver la rapidez con la que el tema del antisemitismo y el odio violento está creciendo y se está desbordando en Israel y en el mundo. No sólo los fake news sino la agresión física. Me da pánico por mis hijos y por mis sobrinos y por los jóvenes de hoy. Me da pánico lo que hoy puede llegar a pasarle en cualquier rincón, a cualquier judío.
Me da pánico que el “Nunca Jamás” se convierta en “Pasado Mañana”.
Y es ese pánico lo que me hace estar volando ahorita a Israel.
Nelson Mandela decía que la valentía no es la ausencia del miedo sino el triunfo sobre él.
Valor y fuerza para lo q vas a ver y vivir