Y henos aquí los mexicanos que no votamos por (ni comulgamos con) el régimen de Morena. Que no somos pocos. Somos 65 millones los adultos registrados en el padrón electoral los que no votamos por Claudia.
Somos la mayoría de los mexicanos pero, al parecer, no somos. No pintamos. No acabamos de dar la batalla que tenemos que dar.
Henos aquí.
Algunos no votamos por ella por ser conscientemente oposición, otros porque nos valió la elección (“no sirve de nada votar”), otros por estar defraudados con las promesas-convertidas-en-circo que resultó el sexenio de AMLO. Y otros porque el México que enfrentan es tan pinche y canijo que la democracia es precedida por la necesidad de cenar hoy.
Algunos de los que votaron por Morena lo hicieron por convicción, otros por recibir programas sociales. Bien por morena saber de que testículo agarrar a la gente para asegurar votos. No son los primeros que lo han hecho. Pero, seamos sinceros, una parte del voto de Morena tiene que ver con que el mensaje que pregonan le llega a la gente.
Ese es otro tema. Que merece un texto a parte.
Hoy hablemos de la oposición y de la población indiferente. Somos la mayoría de los mexicanos. Somos la mayoría silenciosa.
Corrijo. No somos la mayoría silenciosa. Porque vaya que nos quejamos, que opinamos, que twitteamos, que marchamos, que decimos. Pero no estamos logrando concretar esos gritos y convertirlos en acciones concretas para defender la democracia. Ondeamos la bandera pero se nos hace pesado cargarla.
Somos mexicanos al grito de hueva, al grito de “que lo hagan los otros y yo después me uno”, al grito de “me quejo y no hago nada”. Somos los soldados que en cada hijo le dio a la patria… peroooooo desde la trinchera de lo conocido y la comodidad.
Y ojo, no menosprecio que la queja y el diálogo son un ingrediente importante en la democracia o que las marchas han demostrado ser una pieza importantísima de la resistencia ciudadana, pero hoy no son suficientes para rescatar al país del tobogán de declive democrático en el que nos encontramos. La democracia no la vamos a recuperar en twitter. Tampoco en las marchas.
La vamos a recuperar sentando las bases políticas para la elección del 2027. Así de simple. Pero no así de sencillo.
La vamos a recuperar generando nuevas opciones de oposición ciudadana, formando nuevos partidos políticos y encontrando nuevos candidatos que nos permitan retomar la paridad democrática en el congreso.
O por lo menos dar la batalla y demostrar que no estamos abatidos. Que para nosotros la democracia no es moneda de cambio sino camino. Que el bienestar tan necesario para tanta gente en nuestro país no se puede manipular como un slogan publicitario o como una marca para comprar audiencia.
Vivimos el momento más crítico de la democracia en México. Y no es hipérbole. En donde el futuro del país SÍ está en juego. Porque, como lo ha demostrado, una y otra y otra vez la historia, los gobiernos populistas y autoritarios son llamarada de petate y, a su paso, dejan todo calcinado.
Hoy “masiosare”, el extraño enemigo, está entre nosotros y no, no me refiero a personajes específicos (aunque puedo pensar en varioooos) sino al dogma con el que el gobierno actual está demoliendo la democracia y progreso. Profanando con su planta el sistema judicial, la independencia de poderes, al INE y todo lo que (sin duda con lugar a mejora) pone nerviosos a los morenistas.
El extraño enemigo también está en la oposición minúscula (con sus excepciones) que gobernaron de manera mediocre cuando tuvieron el poder y que, hoy, bailan al son que le conviene a ellos y no al ritmo que necesita el país. Se cubren las nalgas unos a los otros. Se dejan comprar a cambio de _________ (inserte la moneda de cambio del día).
Tanto criticamos a las personas que votan por conservar el dinero que reciben de los programas sociales (“acarreados”) y olvidamos que la oposición es la acarreada principal, vota para mantener sus privilegios y/o sus secretos.
Y el extraño enemigo es, también (y este es el punto que quiero hacer) la indiferencia ciudadana. El dejar de hacer, dejar pasar esperando que las cosas que compongan por arte de magia. Spoiler alert: no se van a componer si no actuamos.
No podemos hacer nada en contra del gobierno. No podemos hacer nada en contra de los partidos políticos pero lo que SÍ podemos hacer es acabar con la indiferencia ciudadana y empezar a actuar.
Uno de los grandes éxitos de Morena (que son los reyes y reyAs de la comunicación) es hacernos cree a la oposición que no hay nada que hacer por México. Que son una aplanadora en el congreso, en las afiliaciones, en la superma corte y en los medios de comunicación.
Les tengo noticias: HOY ES JUSTAMENTE CUANDO HAY TODO QUE HACER POR MÉXICO. El poder lo tenemos los ciudadanos que queremos retomar el camino de un México democrático y próspero.
Y retiemblen sus centros la tierra el día en que esos 65 millones de mexicanos (o cualquier porcentaje), nos unamos, alcemos la voz YYYYY, además, actuemos en pos del futuro de esta patria y de todos y cada uno de los mexicanos que la conformamos.
Guardemos las guirnaldas de oliva para ese momento.
Toda la razón, pero... por dónde comenzamos parte de los 65 millones.
Hay que unir fuerzas. Como bien dices, sin agenda propia, solo buscando el bienestar del país.
YO LE ENTRO YAAAA
Excelente artículo. Excelente interpretación de diferentes líneas de nuestro Himno Nacional
Pero lo más importante para mí fue destacar la indiferencia ciudadana!.
Lamentablemente requerimos de líderes comprometidos con los mexicanos, más que con aumentarle "ceros" a su chequera, que logre
seducir y convencer a la población de que va a ser escuchada!