Para Nicolás, Gina y Claudia.
Llamarle “feria” a la FIL de Guadalajara es un despropósito. Aunque su nombre así lo marque (Feria Internacional del Libro) es, en realidad, una fiesta de la cultura. En donde todo lo que es valioso en la vida (el arte, las letras, la gastronomía, la discusión y el conocimiento) se concentra en un mega pabellón.
Tampoco es sólo sobre literatura.
Te gusta la arquitectura, es tu lugar.
Te gusta leer de finanzas, es tu lugar.
Te gusta la fotografía, es tu lugar.
Te gusta leer de deportes, de política, de poesía, es tu lugar.
Te gusta el manga, comic, no ficción, conocer otros modos de ver la vida, es tu lugar.
Te gustan las conferencias y mesas de opinión, es tu lugar.
Te gusta aprender, discutir, dialogar, escuchar, es tu lugar.
Te gusta encontrarte en los pasillos, al quien es quien de la cultura en México, es tu lugar.
Te gusta, nada más, ver gente pasar, es tu lugar. Más de 1 millón de visitas pueblan sus pasillos y espacios cada año. Niños, adultos, hombres, mujeres, de todos colores, sabores, preferencias e idiomas caminan palmo a palmo y hojean miles de libros.
Entrar a la expo te quita el aliento por su tamaño y vibra.
En estos días que tanto se debate si la FIL es de chaira o fifí y se contradebate con el argumento de que es el reflejo de lo que México ES, me doy cuenta que no es ni una ni otra, la FIL es el reflejo de lo que México PUEDE llegar a ser.
Un mexico de cultura, de debates, de pensamiento.
Un México plural, globalizado, democrático, lleno de niños avorazados por libros, en donde las clases sociales, los intereses y las posiciones personales se mimetizan y se olvidan, porque lo importante es la lectura y la cultura. No se si es una utopía o un mapa de ruta.
La FIL es un antídoto en contra de la modernidad. No, no tengo nada en contra de ella, pero es muy refrescante poder dejar a un lado el algoritmo que estrecha nuestra mente y percepción del mundo, y caminar por pasillos que la ensanchan.
Comprar un libro en línea te enseña el libro y aquellos que se le asemejan. Comprar un libro en la FIL te permite descubrir otros mundos, otras visiones y otros intereses. Sólo leo de negocios pero, este año encontré un increíble libro de poesía; sólo me interesa la historia pero, encontré un libro de chistes espectacular. Te permite abrir los ojos a la amplitud del mundo y a la necesidad de conectar con lo no conocido.
Y no, la FIL no es perfecta. Y sí, este año estuve inmersa en un hecho inusitado de violencia, pero esto, en vez de alejarme de la feria-de-literatura-que-es-más-que-una-feria-y-más-que-de-literatura, me reitera la importancia de estos espacios de cultura, de diálogo, de intercambio de ideas.
Así que el año que entra, regresaré a la FIL para poder volver a vivir, aunque sea por unos días, esa visión de lo que México y los mexicanos podemos llegar a ser.
:)
Sería bueno que leyeras este texto de uno de los participantes en la mesa de la FIL:
https://literalmagazine.com/dialogar-e-invisibilizar/