Kanye West está loco.
Esa locura es la base de su genio musical porque, independientemente de lo que voy a escribir en las líneas siguientes, no podemos hablar de que es un músico promedio. Su fama y fortuna (enormes ambas) vienen de la manera que revolucionó el hip-hop, la música en sí y la industria en general (léase la manera de hacer dinero).
Pero su locura también es médica. Un trastorno bipolar franco y paranoia. No soy psicóloga pero, no hay que ser un genio para entender que el hombre no está bien mentalmente.
Ser uno de los peores antisemitas de la época moderna teniendo estas dos variantes de locura (fama+fortuna y trastorno mental) es la peor combinación posible. No sólo para los judíos sino para el mundo en su totalidad (de esto mas adelante)
Ahora, regresando a la locura. Podemos ponerla como pretexto para “justificar” sus arranques antisemitas pero ¿cómo justificamos los likes, comentarios, apoyo de las millones (literalmente millones) de personas que se lo han dado cuando sube a redes que es un Nazi o que ama a Hitler? ¿Cómo los justificamos a ellos, a los ciudadanos de a pie que están de acuerdo con lo que dice y celebran sus opiniones? ¿Cómo?
En un brevísimo resumen del último incidente (porque sus arranques antisemitas vienen desde hace añoooooooos): Hace una semana Kanye West, en un arranque de lo que ustedes quieran llamar, empezó a subir, uno tras otro, decenas de mensajes antisemitas a su cuenta de X (twitter). “Soy un Nazi”… “Amo a Hitler y qué van a hacer”, entre algunos de los mensajes más divinos.
No es un tema menor su alcance en redes es de más de 30 millones de personas, el doble de la cantidad total de judíos que viven en el mundo.
Ahora, ahí no acaba.
Llega el Superbowl, evento visto por 127 millones de personas. Kanye compra un anuncio de 30 segundos (costo 8 millones de dólares) en donde direcciona a su página web para comprar sus productos.
El único producto en su página web, el único: una camisa con una swastika con el código HH01. Heil Hitler. No hay estadísticas de cuantas camisas vendió pero podemos hacer cuentas e imaginar que no fueron pocas.
Y sí, Shopify (los administradores del sitio de venta) cerró la tienda. Y sí, Twitter cerró su cuenta y sí, Adidas (en otro arranque de hace algunos años) rompió su relación comercial con él. Sí las marcas que tienen que rendir cuentas a sus inversionistas, hacen un pequeño trabajo de control de daños y lo repelen.
Pero y la gente común que compra sus productos. La gente “normal” que le da like a sus barbaridades en redes, la gente que lo sigue admirando, la gente que justifica su odio como parte de su locura, la gente que dice que no pasa nada que son sólo las redes sociales y, sobre todo, la gente “buena” que puede no estar de acuerdo con lo que hace y dice pero no abre la boca para condenarlo ¿Esa gente qué? ¿Cómo la justificamos?
Como muestra: El mensaje de “Soy un Nazi” tuvo 63 millones de vistas y 240, 000 DOSCIENTOS CUARENTA MIL likes.
El de “Amo a Hitler y qué” Tuvo 82.6 millones de vistas.
¿Esa gente bajo que genio y/o locura la justificamos? ¿Bajo la influencia de las masas? ¿Bajo la locura de las redes sociales? o somos sinceros y decimos las cosas como son:
El antisemitismo es un virus latente y creciente. Sin justificación. Sin necesidad de locura. La gente que dice que las cosas en torno al antisemitismo “no están tan mal” “no han crecido” “no es para tanto” tienen que ver esta realidad.
Como mujer judía lo que duele, lo que preocupa, lo que incendia, lo que me quita el sueño de la angustia, no es la locura de Kanye West y la cantidad de dinero que tiene para propagarla en redes sociales sino el eco que esta recibe, la cantidad de likes en sus posts antisemitas y sobre todo, sobre todo, sobre todo, el silencio del mundo, de la mayoría silenciosa, para alzar la voz y condenarlo.
Empecé este texto diciendo que Kanye y sus facilitadores no son sólo un problema para los judíos, sino para TODA la humanidad. Me gustaría, para hacer el punto, acabar con una frase del Rabino Jonathan Sacks que he usado decenas de veces en este espacio y que resume todo.
"The hate that begins with Jews never ends with Jews. Antisemitism is the world’s most reliable early warning sign of a major threat to freedom, humanity and the dignity of difference. It matters to all of us. Which is why we must fight it together."
El odio que empieza contra los judíos nunca acaba sólo con los judíos. El antisemitismo es la señal temprana que detecta las amenazas que existen a la perdida de libertad, humanidad y la dignidad de la diferencia. Nos importa a todos. Es algo por lo que tenemos que luchas todos.
¿Dónde están ustedes?
Tienes toda la razón !! Todos los que condenamos su actuar algo debemos hacer por el bien de TODOS
Totalmente de acuerdo, el problema no es el producto, sino cómo lo usamos o como lo vemos, y desgraciadamente eso nos muestra que vivimos en una sociedad muy superficial, sin ninguna capacidad de análisis, por favor sigue levantando la vos para incitar a que la gente piense.