Y hoy, el pueblo judío en colectivo nos rasgamos la ropa en señal de duelo y decimos Kadish por los muertos. Por nuestros muertos. Porque son nuestros aunque no los hayamos conocido. Porque son nuestros aunque mucha gente no entienda la “nuestredad” que nos une a los judíos en estas tragedias.
Shiri, Ariel, Kfir y Oded son nuestros. Son míos. Son de mi marido, que ha tenido que contener mis lágrimas toda la semana, son de mi mamá que llora sin parar. Son de mis hijos que me ven con miedo y me hacen preguntas que no se responder. Son del judío laico y del judío religioso. Son de los judíos de izquierda y derecha. Son de todos.
Son también de la poca (MUY poca) gente no judía que dimensiona el tamaño de la tragedia y que, sin caer en el juego fácil de las redes sociales y verdades binarias, entiende realmente qué está pasando.
Poca gente entiende el duelo colectivo que el pueblo judío esta viviendo hoy. La devastación que sentimos. Porque no sólo murieron los Bibas, murió también cualquier esperanza de paz.
Mientras entregaban los cuerpos en medio de las hordas de gente aplaudiendo (no sólo Hamas, también civiles palestinos) y poniendo música, se vino una lluvia repentina. Dios llorando. A nuestra imagen y semejanza.
Y ojo, Kfir, Ariel y Shiri, no nos duelen más que ningún otro rehén o asesinado pero su muerte pone en evidencia otras cosas. Vuelve a quitar la costra de muchas heridas de las que en este año nos fuimos acostumbrando.
Hoy decimos Kadish de duelo por los muertos. Por esos muertos tan pequeñitos, tan pelirrojos, tan adorables. Lo decimos por el sufrimiento inaudito de sus familias; sobre todo de Yarden, un hombre que pasó del infierno del secuestro al infierno de tener que enterrar a toda su familia.
Kadish de duelo por la indiferencia del mundo. Por los que siguen justificando, por alguna enferma razón, el secuestro y la muerte de estos niños. Por quien la minimiza. Por quien la “pone en contexto”. Por quien sigue pensando que la guerra es un uno-por-uno y habla de proporcionalidad.
Kadish de duelo por la irracionalidad humana, tan viral, que sigue sin entender el horror y mal absoluto que Hamas enarbola. La locura hecha maldad. Empaquetada en un story o post o video listo para ser consumida como verdad absoluta por millones de personas a lo largo del mundo.
¿Quién en su sano juicio secuestra a una madre con dos hijos en brazos, los mata, negocia con sus cuerpos como moneda de cambio y, al entregarlos, hace un espectáculo publicitario?
Sano juicio, ahí está el detalle. No sólo son desgraciados también están desposeídos de juicio. Cualquier humanidad borrada por el fanatismo religioso.
y hoy también, y lo digo con todo el dolor de mi corazón porque es algo que he pregonado como posible toda mi vida, decimos Kadish de duelo por el proceso de paz.
Decimos Kadish de duelo por la esperanza que algunos de nosotros teníamos de que algún día existiera algo semejante a una paz. Im tirtzú ein zo hagadá (si queremos no será un sueño), repetíamos las palabras de Hertzel con la esperanza de que la paz fuera posible. Y ojo, ojooooo, por la imposibilidad de paz no hablo de que está guerra se tiene que prolongar ni un segundo más (Suficiente sangre y lágrimas, decía Rabin), pero el sueño chaquetero de dos estados coexistiendo en armonía está muerto.
Hoy, mientras veo las escenas del espectáculo de horror que montó Hamas para entregar los ataudes diminutos, sólo me retumban en la cabeza las palabras de Jabotinsky: No estamos para enseñarle moralidad a nuestros enemigos.
Hoy, sentados en luto, decimos el Kadish de duelo. Mañana estaremos para defendernos.
Yitgadal v’yitkadash sh’mei raba. B’alma di v’ra chirutei, v’yamlich malchutei, b’chayeichon uv’yomeichon uv’chayei d’chol beit Yisrael, baagala uviz’man kariv. V’im’ru: Amen. Exaltado y santificado sea el nombre de Dios en el mundo que él creó. Que la fuerza de Dios se revele en los días de nuestra vida y en la vida de todo Israel, prontamente, inminentemente. A lo que decimos: Amén.
Maestra en letras, que sabes poner en palabras este revoltijo de sentimientos que toda persona judía tenemos. Abrazo
En verdad estoy impactado por tu Columna he leido mucho sobre la cultura judía e Israel y me uno a todos ustedes los judíos en este doloroso momento