Corría el año de 1984, tenía yo 10 años, los dientes chuequísimos (algo que años de ortodoncia tuvieron que corregir) y una imaginación y sed de conocimiento rampante (algo que todavía no se corrige).
Mis abuelos recibían en su casa, desde Estados Unidos, por correo postal (para que dimensionen la antigüedad), la revista Time. Misma que yo devoraba hoja por hoja cada semana.
El 4 de Junio de 1984, a mis 10 años, una de las portadas cambió mi vida. Literal.
Ese noviembre iban a ser las elecciones estadounidenses; Ronald Reagan buscaba la reelección compitiendo contra Walter Mondale quien estaba en búsqueda de un compañerO (énfasis en la O) de campaña para la vicepresidencia.
Y ahí, enfrente de mí, la portada del Time proclamaba en letras enormes:
And for vicepresident, WHY NOT A WOMAN… Y para vicepresidente ¿Por qué no una mujer?
Tengo grabado del pasillo de casa de mis abuelos, el lugar exacto en donde vi esa portada y lo que sentí. Me quitó el aliento.
Fue la primera vez que dimensioné que una mujer podía ser todo lo que quisiera en la vida.
Y sí, en mi casa los ejemplos de mujeres fuertes y trabajadoras abundaban, pero esta frase en letra grandes, publicado y proclamado por la revista más importante del mundo, me cambió la vida.
Ese es el día en que nació mi feminismo.
Esa frase me ha acompañado casi 40 años a lo largo de todos mis retos en donde ser mujer juega a mi desventaja. Me la repito como mantra, sólo cambio el sustantivo.
And for economist, why not a woman?
And for a master´s degree, why not a woman?
And for entrepreneur, why not a woman?
Hoy, con una presidentA electa y ungida por las autoridades electorales, esta frase y lo que ha significado en mi vida, me retumba en la cabeza.
Y para presidente ¿por qué no una mujer?
Sobre todo porque, es evidente para todos los que me han leído, que Claudia no era mi opción para presidenta y que sigo teniendo enormes reservas más que sobre ella, sobre el partido que representa y su capacidad de lidiar con las lacras e intereses políticos que corroen al país.
Que le vaya bien a Claudia, sin lugar a dudas. Que le vaya bien a ella en su gestión es que le vaya bien a México. Y nada quiero más.
Pero estas palabras van en otro sentido. A contestar la pregunta de si tener una presidenta mujer es una batalla ya ganada para la equidad de género o una cortina de humo que esconde como “ganado” un camino al que le falta mucho.
Si, en temas de igualdad, la presidencia de Claudia marca un cambio real para las mujeres en el país o ella es sólo un garbanzo de a libra.
Siendo feminista, tener una mujer presidenta debería de ser el santo grial del éxito de la lucha debería pero la respuesta no es tan sencilla. Me ha tomado 40 años entender que el feminismo es mucho más complicado y que, indudablemente, la política también.
Me retumban en la cabeza tres puntos:
Uno, muchas veces apoyar a una mujer para obtener un puesto, privilegiando su característica de mujer como valor a currículo del puesto que aspira, es lo peor que podemos hacer para avanzar la causa de las mujeres; porque enfatiza lo incorrecto (el género versus la capacidad ) y porque minimiza lo que debemos exigir de los varones.
La política mexicana, aunque par en números, sigue siendo extremadamente machista en políticas y operación.
En parte porque muchos de los políticos de antaño, que siguen ocupando muchos espacios, son dinosáuricos en su visión de las mujeres.
Esto tiene que cambiar.
Dos, la idea preconcebida (y falsa) de que una mujer presidenta va a ser más afín a las causas y situaciones de las mujeres.
¿No deberíamos, mejor, exigir que todos los políticos, independientemente de su género, pusieran como prioridad la agenda de las mujeres no porque se identifiquen “gremialmente” con ella sino porque es lo correcto para las ciudadanas y para todo el país?.
Y tres, en el argot popular se repite una y otra vez que tener una mujer presidenta rompe un techo de cristal y va a servir de ejemplo a miles de niñas.
Lo logrado por Claudia es trascendental e importantísimo. Verla levantando la constancia electoral es, sin duda alguna, es un ejemplo para las mujeres jóvenes pero el ejemplo real, lo que realmente tenemos que enseñar, es que una mujer puede aspirar un puesto de poder no porque es mujer sino porque es la mejor preparada y adecuada para él.
El techo de cristal no se rompe con el estandarte mágico de “soy mujer”, se rompe con la espada real de “Soy la mejor preparada, formada y adecuada para el puesto… y, casualmente, soy mujer”.
Esa deber ser la lección a nuestras niñas y mujeres jóvenes
No busquemos espacios por ser mujeres, busquemos espacios porque como mujeres somos la mejor opción. Nuestro género no puede ser ni un freno pero tampoco un falso escalón.
Elegir una mujer a cualquier puesto por ser mujer es tan en detrimento a la causa feminista como no elegir a un puesto a una mujer por ser mujer.
(lean eso varias veces).
Hoy en México 2024, aquí y ahora, en donde hay tanto en juego para el país y para la situación real de las mujeres, debemos tener mucho cuidado con los argumentos banales y simplistas.
La presidentA debe, ahora, enfatizar su capacidad sobre su género y tener mucho, mucho, mucho cuidado al minimizar las críticas que enfrentan y descalificarlas todas con “me atacan por x,y o z porque soy mujer” porque, aun cuando es un hecho que las mujeres somos juzgadas más severamente, el salirse por la tangente, infantiliza y desmerece el nivel de debate político y feminista.
Lo que más deseo es que Claudia Sheinbaum tenga una presidencia exitosa.
Por el bien de México.
Por el bien del feminismo.
UNO
El logro no es de CLAUDIA !
DOS
Ella no tiene ningún liderazgo ni un proyecto personal. Su misión será OBEDECER a su PATRIARCA.
TRES
Ella representa todo lo CONTRARIO de lo que las FEMINISTAS esperamos de una MUJER PRESIDENTA. Ella solo será la ejecutora de un proyecto machista y patriarcal al que ella se ha prestado a jugar…
NADA QUE CELEBRAR!
Nada que celebrar.
6 años más de lo mismo..Las mismas trampas mentiras y estupideces. Además sabemos quién es el que va a gobernar. Vamos, poner a Mario Delgado en educación pública? A Rosa Isela en Gobernación? Nunca fue mi opción. Y sabemos también quién la puso ahí.. Es una calca del jefe.