Ganamos, Perdimos

Ganamos, Perdimos, Igual nos Divertimos.

Esa porra de primaria me resuena en la cabeza a manera de tormento.

Estoy sentada en la oficina que tengo en mi casa. Sola. Dandole Rrefresh al PREP del INE de manera obsesiva. Junto a mí, una fila de latas de coca de dieta… otra fila de latas de coca de dieta ya vacías.

Pienso que por lo menos no son vodka.

Pienso que, quizá, deberían ser vodka.

Divertido no está siendo. Particularmente no de esta manera, no con esto en riesgo.

Me cuesta trabajo dimensionar lo que está pasando.

Genuinamente, tenía la esperanza. No de “ganar” (sustantivo tan efímero) sino de saber que existía camino para seguir dando batalla para y por México.

Los números de Claudia vs Xochitl me duelen pero no me sorprenden, lo que me angustia son las mayorías calificadas en los diputados y (casi) en los senadores. El carro completo, más bien la aplanadora.

Y SÍ sigue habiendo camino, no me mal entiendan ni me piensen rendida, nada más el camino se complica mucho, mucho, más.

Borro de mis chats, sin leer ni contestar, los llamados de “fraude”. Sería demasiado simplista y fácil refugiarme en ese camino.

Es lo que es.

Un país completamente dividido. Apático. Comprado con la ilusión de falsas (e insostenibles a largo plazo) promesas.

También pienso que no tengo porque opinar de esa parte del país al que, por más que he tratado de entender, no entiendo. Porque si no has tenido hambre, no entiendes el hambre. Porque si no tienes nada que perder, sigues los espejismos. Porque el futuro no lo dimensionas si estás sufriendo en el presente.

Pienso con rabia en una oposición (léase Alito y Marko) que nunca dejaron de velar por sus intereses a costa de lo que fuera.

Pienso en Dante Delgado de Movimiento Ciudadano como el gran ganador. Atacándose de la risa. No por haber ganado sino por haber jugado su juego a costa de todo (y ahora tener un enorme presupuesto). Inge su…

Pienso en los políticos, de todos los partidos, corruptos y descarados. Lamiéndose las comisuras de los labios por el botín que viene. Antes robaban con descaro unos, ahora roban con descaro otros. Same shit, different way.

Eso es lo que me duele.

Saber que lo que va a pasar (o lo que asumo que va a pasar sentada en coca-dietada en mi escritorio) no va a mejorar en nada los problemas reales del país.

Rezo que el tema de la seguridad y la corrupción se atiendan de una manera coherente y efectiva. No apostaría por ello.

Rezo por que la democracia, la separación de poderes, los contrapesos y la independencia de instituciones de vigilancia del poder, no sean una nota al pie en la historia de México.

Pero sé que hay país. Que México da para mucho más que sus líderes. Que hay una sociedad civil organizada que va a quedar atolondrada unos días pero es fuerte y resiliente. Sé. Sé. Sé.

Me repito todo lo que se puede recuperar y las porras de optimismo que me quedan… hasta que, como a las 12 de la noche, baja mi esposo a decirme que deje la computadora en paz, que es lo que es, que es hora de irme a dormir.

Lo abrazo y me suelto a llorar.