Las guerras físicas que están desangrando al mundo (Gaza, Ucrania, Siria, el narco, el terrorismo…).
Las guerras de la cultura están desangrando nuestra alma.
Hoy, en todos los temas de importancia (feminismo, ideología, religión, opiniones) tienes que elegir un bando. No sólo eso, tienes que estar inequivocamente en contra de los que están en el bando contrario. No sólo eso, no puedes ni dialogar, ni entender sus razones, ni tratar de establecer puentes. Es ganar o ser ganado (y aquí sí hay un doble sentido).
En pocos temas la discusión es tan brutal como en esta interminable lucha de hombres contra mujeres. Cada quien lo llama diferente: Feminismo, Liberación, Redefinición de la Masculinidad, Afianzamiento de la Hombría…
Cada quien luchando por su lado sin muchas veces, voltear a ver al otro.
A lo largo de mi vida he escrito y hablado extensamente sobre las mujeres, nuestros retos, nuestros derechos, nuestras batallas, nuestras conquistas.
Hoy quiero hablar de los otros…
Esto es para Esos Hombres. Que no sé si son mucho o pocos, no llevo el análisis estadístico pero son y están.
Esos Hombres, los que ayudan a darle fuerza al feminismo. Sí, porque el feminismo NO es la lucha de las mujeres, es la lucha de todos por crear un mundo más equitativo para todos. Esos que puede ser que no se digan feministas pero actúan en consecuencia.
Esos hombres que están redefiniendo su masculinidad, que cuestionan y cambian los roles que aprendieron como correctos, que mejoran la relación y el lugar que le dan a las mujeres, no como favor o como moda sino como camino de vida.
Esos hombres que entienden que los chistes o modus operandi válidos en antaño ya no son.
Esos hombre a los que les cuesta trabajo, pero saben que es el camino correcto.
Esos hombres que enseñan a sus hijos y a sus hijas en igualdad. Que enseñan a sus hijas a cambiar una llanta y enseñan a sus hijos que está bien llorar. Que dan los mismos derechos y oportunidades a sus hijos, indistintamente de su género. Que respetan las visiones del mundo y las decisiones de vida de sus hijos e hijas. Que aprende de ellos y de ellas.
Esos hombres que siguen siendo padres presentes y responsables, a pesar de que su vida con la mamá de sus hijos haya terminado.
Esos hombres que deciden (o que la vida decide por ellos) ser padres sin pareja y que asumen el peso de la pater/maternidad en sus hombros.
Esos hombres que viven la vida en pareja, PA-RE-JA. Que construyen relaciones basadas sí en el amor pero, sobre todo, en el respeto mutuo y en el entendimiento que una relación de dos sólo funciona cuando las dos personas de dicha pareja están plenas y contentas y son productivas.
Esos jefes que guían a sus equipos enfocándose sólo en la capacidad pero que tienen la inteligencia para entender que en el mundo de hoy las mujeres, sobre todo las que son madres o cuidadoras, a veces necesitan una ayudadita.
Esos hombres que levantan la voz cuando una mujer es afectada aunque ellos no lo sean. Que intervienen cuando ven a una mujer siendo agredida en la calle. Que toman postura cuando hay una situación de inequidad en la casa, en la oficina, en las políticas públicas.
Esos hombres que saben que no es su cuerpo y, por lo tanto, no es su decisión.
Esos hombres que saben que tienen al sistema (legal, financiero, de negocios…) de su parte pero no lo aprovechan en su beneficio.
Esos hombres dispuestos a escuchar, a aprender, a dialogar, a defender sus trincheras pero a compartir los caminos.
Esos hombres que educan con el ejemplo.
A esos hombres: Gracias.
A esos hombres, no machos ,hombres muchas gracias. Y a las mujeres que ya no son ni abnegadas( odio esa palabra) sumisas calladitas y sufridas bien por ellas. Hoy les toca a los papás que apoyan educan y guían(Desde aquí un recuerdo a mi maravilloso papá otro a mi esposo ambos Z.L.) FELICIDADES.
Gracias a todos los hombres así!