Mi judaísmo es extraño. Fuerte. Comprometido. Pero extraño.
Empezando por la compleja relación que tengo con Dios.
Relación unilateral porque espero que, sobre todo en estos momentos, Dios esté ocupado en cosas mas importantes que en las crisis identitarias de una señora de 50 años.
A veces, seguido, dudo de su existencia. Espero no me caiga un rayo por decirlo… Aunque si me cae un rayo por decirlo sería prueba inequívoca de que Dios sí existe.
El único lugar en donde estoy segura de su presencia es en Jerusalem/Yerushalaim/Al Quds.
Hay un recoveco en la ciudad vieja donde, por un instante, si levantas la vista y si prestas atención (porque el ángulo dura 10 segundos y todos siempre tenemos prisa y lo pasamos de largo) ves juntos, en el mismo plano, el Muro de los Lamentos, la iglesia del Santo Sepulcro y al-Aqsa.
Los lugares mas sagrados para los judíos, cristianos y musulmanes.
Me imagino que si Dios va a comprar un departamento es ahí, con esa vista. Es como vivir cerca de tu oficina.
Además cuando empieza a meterse el sol, el tinte dorado de la ciudad brilla con aun más fuerza y, es justo en ese instante, que crees en la presencia divina.
Y no, no me hago ilusiones de que una imagen cliché es la clave para la paz mundial. Para nada.
A estas alturas del partido ya no creo en la paz mundial, con que nos dejemos de zorrajar la madre me doy por bien servida.
Pero ahi, con esa vista, en esos segundos, está presente ese Dios que (nos guste o no, digamos lo que digamos, peleemos cuanto peleemos), en esencia, todos compartimos.
Nada más que lo pasamos de largo porque no estamos prestando atención. Quizá siempre vamos con prisa.
(No, la foto no es mía… soy pésima tomando fotos)
Comparto tu manera de pensar y voy a poner atención en esas ventanitas que nos pueden dar un momento de esperanza. Why not?!
אויר הרים צלול כיין
וריח אורנים
נישא ברוח הערביים
עם קול פעמונים.
Bienvenida al Estado de Israel Adina!
ברוכה הבראה למדינת ישראל!!!