Quizá no lo sepan (y menos les importe) pero mi trabajo real empezó siendo economista y dando consejos de inversión. No escribo ya mucho del tema pero, en los últimos días (y dada la situación política económica y posible o no posible volatilidad) mucha gente me ha escrito a pedir consejos.
No puedo dar consejos específicos porque el patrimonio, situación y perspectiva de cada persona es diferente pero, puedo darles algunos consejos generales que, quizá, puedan ayudar a que todos tomemos mejores decisiones. Por favor compartan esto con quienes se estén jalando los pelos en estos momentos y deshojando margaritas pensando “¿me quiere, no me quiere? ¿invierto, no invierto? ¿pesos, dólares? ¿acciones, bonos?”
El patrimonio en tiempos de locura política
¡Ah, el extraño encanto de vivir en México!
Nos despertamos con titulares que, a ocho columnas, nos narran eventos políticos cada día más inverosímiles.
Hacia el medio día los indicadores económicos (dólar, tasas) a veces hacen machincuepas, a veces parecen autistas.
Y en la tarde-noche vivimos plagados de chismes y rumores sobre lo que está pasando en el país y predicciones, muchas de ellas casi casi astrológicas, sobre lo que está por venir.
En la planeación financiera no hay nada peor que la incertidumbre y la desconfianza y hoy este es el panorama que vivimos. La incertidumbre (nadie tiene una chingada idea de que va a pasar ni como lo van a tomar los mercados financieros) y la desconfianza (“No le creo al gobierno, no se ni siquiera si el gobierno dice la verdad, no se si el gobierno sabe la verdad, no se si el gobierno sabe que hacer ante la realidad avasalladora que se contrapone con los otros datos.”)
Durante toda mi vida adulta he oido a las autoridades financieras mexicanas decir, una y otra vez, que la macroeconomía mexicana está “blindada” y preparada para enfrentar cualquier tipo de adversidad. Ahora no sé si les creo. Es indispensable que cada uno de nosotros tomemos las medidas necesarias para proteger nuestro patrimonio.
No, no tengo idea de lo que va a pasar. No se si van a degradar la calificación de inversión de México, si el gobierno va a hacer una pendejada en pro del “bienestar” ni como van a reaccionar los mercados.
Lo que me importa es como reacciones TU:
1.- Las decisiones de pánico son las decisiones incorrectas. El reaccionar como gallinitas si cabeza a cada noticia o indicio de noticia es fatal. No porque no haya decisiones que tomar sino porque las decisiones financieras se toman con la cabeza fría.
2.-No poner todos los huevos en la misma canasta. Para aquellos que tienen activos financieros (o sea dinero invertido), la diversificación, un concepto clave en cualquier momento, se vuelve fundamental. La única manera de reducir el riesgo de nuestras inversiones es repartiendo nuestro dinero entre diferentes mercados, diferentes plazos y diferentes monedas; para así poder aprovechar los movimientos alcistas de los instrumentos que se beneficien por la incertidumbre y compensar las pérdidas de los que se vean afectados por ella.
Ni todo pesos, ni todo dólares. Ni todo invertido, ni todo líquido. Ni todo adentro, ni todo afuera.
¡Mucho ojo! Este no es el momento de hacer un “extreme-makeover” a tu estrategia de inversión, simplemente de examinarla bien y rebalancear el portafolio, privilegiando instrumentos que ofrezcan mayor certidumbre y estabilidad.
3.- Contar hasta 10…o hasta 20. Siguiendo el primer punto: El nerviosismo es el peor consejero, más aún cuando está cimentado, en falsos rumores o eventos. Una decisión tomada en pánico es una de la que, probablemente, te vas a arrepentir. Una buena manera para mantener la cabeza fría es cuidando las fuentes de donde obtienes información. Procura informarte, y forjar tu criterio, a través de medios serios y reconocidos y pon oídos sordos a las palabras necias, y generalmente erróneas, de “pseudos-expertos”, como familiares y amigos, que sólo repiten y exageran la realidad.
4.-La vida después de la tormenta. Aun con el ruido que puedan hacer los mercados en los próximos meses tus ojos deben estar puestos en el largo plazo. Si estás ahorrando con un objetivo particular (un viaje, pagar estudios, un retiro digno…) o en base a una estrategia definida, continua con tus planes simplemente ajustando tu portafolio para hacer frente a la mayor volatilidad. Tu plan financiero, en este y en todos los momentos, debe estar hecho tomando en cuenta tus necesidades, metas y carácter particular, no en base a lo que se espera en el corto plazo.
Si quieres comprar una casa porque la necesitas, hazlo de la mejor manera posible. Limita los créditos para gustos pero sigue adelante con los planes de compra de cosas que necesitas para construir un futuro.
5.- No te creas Superman… aunque todos los demás juren poder volar. En épocas de volatilidad se abren oportunidades de especulación que permiten ganar mucho dinero en poco tiempo; por más tentador que esto suene, este no es el momento de volverse un especulador. Desafiar al mercado o “entrarle a instrumentos nuevos” es una estrategia que suena muy tentadora pero, es muy riesgosa y sólo debe ser utilizada si estás bien informado, consciente de los riesgos que asumes y tu tolerancia a solventar pérdidas es amplia… en el mismo corto tiempo que puedes ganar una fortuna, puedes perder hasta la camisa.
6.- Rio revuelto ganancia de charlatanes: Ojooooo con los fraudes. Desde los que son evidentes (la carta del nigeriano que te va a hacer rico) hasta los más sofisticados (el asesor que te ofrece cosas con rendimientos inverosímiles). Entre más ríspida es la incertidumbre, más proclive es la gente en caer en este tipo de engaños.
Las personas mayores son las más vulnerables a este tipo de esquemas. Habla con tus padres y abuelos para que estén conscientes y no caiga.
Y por último, en un comentario más político que económico: me encantaría tener una bola de cristal para saber que va a pasar con este país. No tengo idea. Nadie la tiene. Es tiempo de cautela y también de optimismo.
Uno de los grandes “logros” del actual gobierno es hacernos sentir impotentes ante los cambios. Pintarnos que no tenemos “nada por hacer”.
Mentira vil, hoy en México tenemos nosotros TODO POR HACER.
Vamos peso a peso, paso a paso.
Gracias Adina, por ser. Cómo dice tu lema, eres una velita que da luz enmedio de este caótico ambiente.
Voy llegando a tus redes y estoy fascinada de leerte. Hay mucho que aprenderte me encanta tu humor y sabiduría. 🫡