Los últimos 18 meses (no les tengo que decir desde cuando ni que pasó) han sido unos de enormes decepciones. Tanto en lo profesional como en lo personal.
Perooooo, sin duda, también han sido meses de encontrar faros de inteligencia que de otra manera no hubiera jamás conocido. Personas excepcionales que admiro, que sigo y que trato de emular.
Uno de ellos, quizá el más significativo, es Shai Davidai. Para quien no lo conoce (y creo que hay pocas personas judías y de bien que no han oido hablar de él) Davidai es un profesor en Columbia University (EL foco de antisemitismo en las universidades de EUA), que ha sido inequívocamente activo y presente en luchar por lo que es correcto. La defensa del judaísmo sin pisotear los derechos de nadie.
Lo ha hecho desde la inteligencia y no desde la recalsitrancia, desde la petición de diálogo y no del dogma. No pierde el temple y jamás ha hecho un llamado a la violencia. Pide el diálogo, esgrimiendo el diálogo (que innumerables veces se le ha negado) a pesar del enorme costo personal y profesional que ha pagado.
Es, en las palabras de mi bobe, un mensch.
Uno de los grandes privilegios de mi vida fue que Shai me invitara a platicar en uno de los capítulos de su podcast “Here I am With Shai Davidai”. Cuando digo “uno de los grandes privilegios” no es una hipérbole. Es un hecho. Conocerlo y platicar con él han sido un regalo.
La plática se dio dos días después del incidente que tuve en la FIL en diciembre, en donde todo mi judaísmo y angustia estaban a flor de piel.
Pensé que en los 4 meses que han pasado desde la grabación y la publicación del podcast, mis palabras iban a envejecer mal (por todas las cosas que ocurren cada día) pero, increíblemente, mis palabras y esta entrevista son hoy más vigentes que nunca.
Lo que implica ser judía hoy en día. Una plática que resultó deliciosa.
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Un héroe. Un privilegio para mi.
Excelente entrevista.
La heroína eres tu Adina Chelminsky