Tuve una bobe (abuela): Rebeca Chelminsky que murió hace 10 años.
Mi bobe era una mujer que hacía TODO aun antes que estuviera de moda que las mujeres hicieran todo. Llevaba su casa. Trabajaba. Cocinaba. Atendía con el corazón a mi zeide. Despachaba en la Ferretería “El Gran Tlapalero”. Conocía de nombre a todos los marchantes del mercado de
Michoacán. Criaba a sus hijos. Hacía comentarios kurtz un sharf. Apapachaba a sus nietos. Nos llevaba al templo de Parral. Leía vorazmente el periódico. A todos les decía Chulo y Chula. Cuando la demencia senil empezó a causarle estragos, un día me confesó (riéndose) que “les digo a todos Chulo y Chula porque no me acuerdo bien de los nombres y todos me sonríen cuando les digo así”.
Hacia los mejores klops (tortitas de pollo), bacalao y pastel de soletas del mundo. Y siempre tenía las uñas perfectamente bien pintadas y el pelo de diversos tonos de rojo perfectamente peinado con crepe. Jamás la oí quejarse de nada. Hacía lo que tenía que hacer. Sabía perfectamente bien cuales eran sus responsabilidades en la vida. Las tomaba de frente y sonreía. Lo que hoy queremos enseñarle a nuestras hijas, mi bobe lo hacía desde hace 95 años.
Conforme pasaron los años y su coraza se fue ablandando, sus ojos empezaron a reflejar toda la bondad acumulada en sus años. Cantaba en fuerte las canciones en idish, tenía palabras bonitas para todos, comía con gusto todo lo que probaba, caminaba por el
parque, tomaba café. Y siempre tenía las uñas perfectamente bien pintadas y el pelo entrecano perfectamente peinado con crepe.
Bobe, la más chula de todas eras tu.
Foto: Tony Shamosh
Que lindo que recuerdes así a tu bobe, no nos damos cuenta de todo lo que hacían,hasta que llegamos a la edad de ser bobes en un mundo donde se nos exige mucho, estar arregladas ,vestir moderno, sonreír y recibir a todos con amor, trabajar y llevar una casa al pie del cañón.
También mi mamá le decía chulo y chula a todos. Ahora tiene 102 años y poco recuerda y a pocos reconoce, pero siempre derechita y sonriendo.
Ojalá así sea yo , y mis hijos y nietos me recuerden como tu a tu bobe.
Adina, no recuerdo cómo te encontré en esta plataforma. Me encanta leerte.